Más que ser artista me gusta decir que soy Pintora, obrera del arte, ya que para mí es lo mismo que cualquier otra profesión o pasión, solo que nosotros lo mostramos y exponemos.
Este camino que inicié en 1991 se va transformando constantemente en distintas búsquedas, pero siempre con mi lenguaje como expresión. Debo decir que el arte me salvó, me sanó de los dolores que la vida nos impone y gracias a poder expresarlo pude hacer catarsis y liberarlos. El arte me sigue confrontando con nuevos desafíos y miedos que me empujan hacia adelante.»